EL CORONEL MAURICIO ENCINOSO.

Mauricio Encinoso Gómez, nació en la ciudad de Barinas en el año 1776; como muchos otros próceres barineses no se tiene aún fecha prevista de su nacimiento. Sus padres fueron don Manuel Antonio Encinoso y doña María Tomasa Gómez Rubio; personas que gozaban de la más alta estima y respeto de la sociedad colonial.

De la bibliografía  encontrada es poca la que nos hable de Mauricio Encinoso, prócer barinés, desconocido para muchos; pero con una hoja de servicio a la república digna de darla a conocer a las viejas y  nuevas generaciones.

De esas bibliografías consultadas que refieren la vida de este ilustre barinés,  quien  presto singulares servicios a la patria,  figura el Diccionario Biográfico de Ilustres Próceres de la Independencia Suramericana. Tomo 1. Autor: Dr. Vicente Dávila. Páginas 124 y 125 y Galería de Ilustres Barineses del doctor Virgilio Tosta.

Las referidas obras documentan que el coterráneo Mauricio Encinoso, formó parte de los cinco miembros electos en 1810 en Barinas, en la sesión del 26 de mayo, que “debían integrar la Junta Superior de Gobierno y Conservación, destinada a sustituir a la del 6 de mayo anterior.”

Mucho antes de ocurrir los sucesos de 1810, este connotado caballero ya contaba con sobrados méritos políticos y ciudadanos, “pertenecía al grupo de varones más representativos de su región”, razón suficiente para ser seleccionado en marzo de 1811, para formar parte de la Junta de Gobierno de la provincia de Barinas.

El 11 de junio de 1812, en el pueblo de La Trinidad en la provincia de Barinas, es hecho prisionero, siendo enviado dos meses después al Castillo de Puerto Cabello, donde sufrió las inclemencias de la tortura de los grilletes y cadenas, hasta ser “absuelto por la Real Audiencia de Caracas, en abril de 1813”.

Fiel a la causa patriótica y llevando en el alma su amor por la libertad, el año terrible de 1813, se incorpora al ejército independentista, bajo las ordenes del propio Simón Bolívar, participando en “la acción victoriosa de Taguanes, efectuada el 31 de julio; y la de Bárbula el 30 de septiembre,  que también favoreció a la causa republicana”.

Su larga hoja de vida militar certifica que su conciencia, valor y coraje estuvo siempre comprometido con la libertad de la patria, fueron innumerables los combates donde participo. El  3 de octubre de 1813, año de guerra a muerte bajo las ordenes del jefe patriota Luciano D’Elhuyar, asiste “al triunfo que, en las Trincheras, fue alcanzado sobre las tropas en la batalla de Araure que se decidió a favor de los patriotas;” pero a pesar del triunfo obtenido por las fuerzas patrióticas en este transcendental combate, el patricio barinés quedo herido.

1814, fue uno de los años cruciales para sellar nuestra independencia, el 12 de febrero el barinés Encinoso, demuestra su espíritu de valiente guerrero en la batalla de La Victoria, bajo las órdenes de Vicente Campo Elías. Ese mismo año “estuvo con Bolívar en el estadio triunfal de San Mateo”.

Luego de estos episodios de triunfos y después que el 16 de abril Ceballos y Calzada derrotaran al intrépido Santiago Mariño en el combate de Arao, Mauricio Encinoso se incorpora en los andes a las tropas del valiente Rafael Urdaneta.

Aguerridamente participa en el combate de Mucuchíes, cuando aquel 17 de septiembre, las fuerzas contrarias de Calzada vencieron al batallón Barlovento del ejército de Rafael Urdaneta. Luego de la derrota emigran a hacia la Nueva Granada, encontrándose con el Libertador en Pamplona. “Unidos siguieron a Tunja”. Encinoso, ostentando el grado de capitán y bajo las órdenes del Libertador, marcha hacia Bogotá. “Sitiada la ciudad y estrechada completamente, se rindió el 12 del mismo diciembre (1814), bajo una capitulación honrosa para todos, reconociéndose la autoridad del gobierno general, que inmediatamente se trasladó allá y continuó Bogotá siendo la capital republicana  de la Nueva Granada, hasta que en 1816 fue ocupada por Morillo”. Como se ve, se trató de una pequeña pugna civil, pues Bogotá no quería al gobierno federal residente en Tunja, al cual “obedecían todas las provincias libres”. Bolívar resolvió esta incomoda situación y Mauricio Encinoso le acompaño como otras veces”.

En 1815, continúa acompañando al Libertador, se registra su participación en la campaña de Cartagena y en 1816 con el grado de Mayor figura “bajo las órdenes de Bolívar en la célebre expedición de Los Cayos,”. Allí, el Libertador,  el 7 de febrero convoca a una asamblea a sus más connotados oficiales, entre ellos, además de Mariño, Zea, Piar, Bermúdez, Ribas y Salom, convoca a  nuestro paisano Mauricio Encinoso Gómez.

La actuación decisiva y descollante de Mauricio Encinoso en la gesta independentista, lo ubica entre los próceres que cuentan con una hoja de vida pulcra y relevante para el orgullo de la república.

Siguiendo con la indagación de su vida encontramos que otro ilustre barinés, el doctor Virgilio Tosta, en su libro: Galería de ilustres barineses,  donde apunta que Mauricio Encinoso, participo “en la toma de Carùpano, dirigida por Bolívar el 1º de junio, lo mismo que en la de Ocumare el 6 del propio junio, se encontró Mauricio Encinoso al lado del Libertador.”

            En 1816, bajo las ordenes de Mac-Grégor , combate “en Curucuruma el 18 de julio; en La Victoria al día siguiente; En Chaguaramas el 28; en San Sebastián el mismo julio; en Quebrada Honda el 2 de agosto, y en el Alacrán el 6 de septiembre. En todas estas acciones vencieron los republicanos;  pero en el Alacrán, una bala le destrozo a Mauricio Encinoso parte de la mandíbula inferior.”

            En 1817, es ascendido a coronel, participa activamente en la toma de Guayana. El 2 de mayo los patriotas se  apoderaron de Angostura y “desde entonces quedaron dueños del terreno a la izquierda del Orinoco”.

            Siguiendo instrucciones del Libertador marcha desde el paso de Guaycupá hacia los lados de los llanos, al mando de un escuadrón de Lanceros con la intención de cortar el paso al enemigo a Angostura. Desde Guayana parte hacia Apure en compañía del Libertador. Combate en Calabozo y Ortiz.

El 12 de febrero de 1818, se realiza la batalla de Calabozo, allí son derrotadas las tropas del general morillo y el 26 de marzo, se produce el combate de Ortiz, donde las tropas del general La Torre, rechazan al ejercito Libertador. “Ambos bandos suspendieron el combate. El ejército Libertador acosado por la sed se retiro a las cinco de la tarde al hato de San Pablo, y el de los españoles, temeroso de un nuevo ataque de los rebeldes, se fue a la Villa de Cura, llevándose 50  heridos, entre ellos el coronel Pereira.  En el campo quedaron 37 muertos de los realistas, españoles y venezolanos. Según el parte oficial los patriotas tuvieron 12 muertos y 30 heridos, pero sus pérdidas seguramente fueron mayores”.

El 20 de mayo de 1818, el temible coronel Encinoso, participa en el combate de la Laguna de Los Patos, donde es derrotado el General Manuel Cedeño, por el ejército del General Morales.

Después de este amplio historial militar el Coronel Mauricio Encinoso, es designado por el Libertador para cumplir importantes comisiones militares.

En 1820, se le asigna la misión de llevar armas a San Cristóbal. El 28 de agosto, el General Rafael Urdaneta, en misiva dirigida al Libertador desde el Cuartel de La Guardia en San Cristóbal, le refiere que: “Se ha remitido a Teteo suficiente número de hombres y bestias, para sacar la primera partida de fusiles, que en mi oficio de antes de ayer avisé a V.E. haber llegado allí. Hoy deben estar ya de regreso. Se está preparando lo necesario para hacer la segunda saca, luego que tenga aviso de haber llegado. A la salida del señor General Sucre, de Guasdualito, aun no había llegado el Coronel Encinoso con los 1.850 fusiles y todos los demás efectos que conduce, según  la nota que paso dicho General Sucre; pero por el tiempo que ha corrido desde su salida del Caujaral, suponemos que ya debe estar allí”.

En los primeros meses de 1821, el Coronel Encinoso se encuentra en su ciudad natal, acompañando al Libertador en la misión de organizar la tropa, fortalecer el ejército, con hombres, pertrechos, dinero y comida, con el fin de preparar la campaña de Carabobo.

Por la sobrada confianza y los altos méritos ganados en campos de batalla, en ese año 21, el Libertador lo envía “a la provincia de Trujillo, a ejercer en ella el gobierno político, la comandancia general e intendencia de dicha provincia.”

En 1827, en el triste año para el Libertador, año de engaños y desengaños, y de controversias entre los patriotas,  el patricio barinés se encuentra en el Zulia, donde tuvo una participación protagónica en la controversia, del movimiento reformista, liderizado por el Libertador y enfrentado duramente por el General Santander. El Coronel Mauricio Encinoso, lanza su adhesión pública en favor del Libertador, “En documento fechado en Maracaibo el 21 de abril, los Coroneles Mauricio Encinoso y Justo Briceño, ratificaron al General Urdaneta su adhesión al Libertador: “La existencia de estos países –dijeron- está identificada con el nombre de Bolívar, y estamos convencidos de que ningún poder humano sino el suyo podrá restablecer el reinado de la unión, la paz y la grandeza nacional”.

Luego de su abultada participación en el proceso independentista y en reconocimientos a sus altos méritos militares, en 1826, obtiene Letras de retiro con goce de sueldo y uso de uniforme, y en 1828, Letras de Cuartel; siendo designado ese mismo año, comisionado del ejército del Zulia, para  la Gran Convención de Ocaña.

En 1830, vuelve al ejército y encontrándose en la Nueva Gradada, al ser consumado ya el éxito de los separatistas, el 21 de mayo el General Santiago Mariño, suscribe un documento que textualmente expresa: “Habiéndose presentado en este Cuartel General el señor Coronel Francisco M. Farías, enviado por el señor General de Brigada Florencio Jiménez para acordar la marcha a Venezuela de la División existente  en Pamplona, he resuelto: que inmediatamente sea recibida con la cordialidad que piden los sentimientos de fraternidad y con el aprecio que merecen las virtudes de una División que se ha manejado con honor y constancia en medio de los riesgos que le han cercado: que los señores Generales Jefes y Oficiales, cualesquiera que sea su origen, se consideran como venezolanos permaneciendo en sus grados conforme a sus patentes, y que los subalternos que han perdido sus despachos los obtengan conforme han pasado revista: que en uso de las facultades con que me hallo investido, he puesto el cúmplase a los despachos que están detenidos en la División, y son el de General de Brigada del  señor Mauricio Encinoso, y otros grados de Milicia de Maracaibo, que se remitían a Chinácota cien bagajes y raciones a La Grita; que se licencie la columna de Occidente por haberlo así ofrecido el Gobierno a sus individuos  que se separaron de sus hogares para resistir la invasión del Perú y a los Oficiales de ella que quieran pasar a otros Cuerpos se les dará colocación luego que se incorporen al Estado de Venezuela”.

Como se puede constatar en el referido documento, se estableció el “cúmplase” del grado de General de Brigada para nuestro prócer barinés, aún no sabemos porque, “Mauricio Encinoso, continuó con su título de Coronel que le acompañó hasta la tumba”. Aunque, papeles señalan que en el año 1833, “obtuvo revalidación de la Cédula y el 37 nueva refrendación”.

El 27 de noviembre de 1838, en Altagracia de Maracaibo,  a la avanzada edad de 62 años, contrae su matrimonio eclesiástico, con María Francisca Faría, hija legítima de Francisco Faría y Francisca  Romero.

Muriendo,  el General de Brigada y héroe de la patria,  Mauricio Encinoso, tres años después, el 19 de marzo de 1865, a los 65 años de edad, en la población de Altagracia del Zulia, donde están sembrados sus restos.

Con esta crónica pedimos que sus restos sean llevados al sitio de honor de los héroes de la patria, el Panteón Nacional.